Un estudio de Sarkar y colaboradores en Alcoholism: Clinical and Experimental Research demuestra alteraciones genéticas en bebés de madres que beben niveles de alcohol de moderados a altos durante el embarazo. El equipo investigador estableció como tres bebidas el consumo moderado de alcohol en al menos cinco ocasiones en un mes, mientras que el excesivo fue de cuatro bebidas o más, y centró su estudio en los posibles cambios en el ADN inducidos por el alcohol en 30 mujeres embarazadas y 359 niños. Encontraron cambios en dos genes: el POMC, que regula el sistema de respuesta al estrés; y el PER2, que influye en el reloj biológico del cuerpo. También se observó que los bebés expuestos al alcohol en el útero tenían mayores niveles de cortisol. Comentario en Redacción Médica.